Notas interesantes

Aceites y grasas comestibles
Una amenaza silenciosa para los humedales

Cecilia Gabriela Mota Ramos
Instituto Superior de Creatividad e Innovación Humana
Monterrey, Nuevo León, México

Extracto del trabajo “Implementación de estrategias para aminorar el incorrecto proceso de desecho de las grasas comestibles en Cumbres 4to sector, Monterrey, N.L.”


Se sabe que en la actualidad, las acciones y decisiones que tomamos diariamente, afectan a nuestros ecosistemas con una eventual incidencia en la calidad de vida del ser humano, de los ecosistemas y los seres vivos que en ellos habitan.

Es lamentable escuchar a personas decir cosas como, “no pasa nada si tiro esta basura por la calle, de todas maneras es la única ocasión que lo haré”, entre muchas otras frases que, aún y cuando no hay un cambio inmediato, se está consciente del daño que tarde o temprano se causa al ambiente, debido al efecto multiplicativo de tal acción realizada por miles de millones de personas en cada país que piensan lo mismo. Un ejemplo cotidiano al que se le ha puesto poca atención es el desecho de las grasas y aceites comestibles residuales (GACOR). En los hogares, al cocinar, se utilizan distintos tipos de grasas y aceites comestibles que terminan por sobrar por su utilización en cantidades mayores a las necesarias y cuando llega el momento de lavar los trastes que lo contienen, la mayor parte de la gente opta por una solución fácil y cómoda, deshacerse del aceite vertiéndolo en los drenajes a través del fregadero sin imaginar la repercusión y daño que se ocasiona al ambiente. Dado que en muchas regiones de México las aguas residuales de los centros de población se descargan en algún tipo de ecosistema acuático, lótico o léntico (Arriaga et al., 2000), una de las consecuencias más alarmantes que por ende genera el desecho de aceites comestibles a los drenajes es la contaminación hídrica y la degradación de dichos ecosistemas.

Un litro de aceite puede llegar a contaminar hasta 40,000 litros de agua, que es más o menos, lo que utilizan en promedio los hogares cada año. Si cada tres meses se vierte un litro de aceite en el drenaje, en un año estaríamos contaminando aproximadamente, 160 mil litros de agua por casa (González y González, 2015). Ahora imaginémoslo por calle, cuadra, colonia y así sucesivamente hasta percatarnos de la magnitud del daño a escala global.


El vertido de GACOR a través del drenaje tiene como principal afectación los ecosistemas acuáticos y la biota que en ellos habita. Las GACOR son considerados como contaminantes de alto impacto debido a tres propiedades físico-químicas: baja densidad, nula o poca solubilidad en agua, y baja o nula biodegradabilidad, lo que provoca que se acumulen en la superficie del agua creando una película difícil de eliminar (Hill y Doris, 1998;  Arce, 2001). Esta situación lleva a que si el aceite usado de cocina se tira directamente al drenaje, tapa las tuberías y es alimento para roedores y cucarachas creando focos de infección y plagas. En términos del tratamiento de aguas residuales, aumenta los costos de operación en las plantas de tratamiento (REOIL, 2009); Se tienen estimaciones de que los GACOR incrementan en un 30% los costos anuales de operación y mantenimiento de las plantas de tratamiento de agua residual (REOIL, 2009).

 
Acumulación de residuos grasos de cocina en el tubo de desagüe de la cocina de una casa habitación. La imagen inferior muestra un tapón de grasa de 5cm de longitud y 2cm de diámetro.

Al llegar a los ríos, lagos o cualquier sistema acuático, forman una película que afecta a su capacidad de intercambio de oxígeno y bióxido de carbono, alterando los ecosistemas (Arce, 2001; REOIL, 2009; Avelar et al., 2009). De esta forma, el oxígeno de la atmósfera no penetra en los cuerpos de agua y el bióxido de carbono, producto de la respiración de los animales acuáticos, no se libera hacia la atmósfera, esto genera condiciones de anoxia que conllevan a la muerte masiva de especies acuáticas y, en caso extremos, produce la acidificación del agua (Arce, 2001; Avelar et al., 2009). Pero también la película de aceites y grasas ocasiona afectaciones sobre los componentes bióticos de los ecosistemas acuáticos. Por un lado, reduce las comunidades vegetales subacuáticas y la productividad de los ecosistemas al impedir la penetración de la luz solar (Arce, 2001), la cual, es indispensable para que las plantas realicen la fotosíntesis y estimulen tanto la germinación de semillas como el desarrollo y crecimiento de las plantas (Middleton, 1999; Moreno, 2003). Por otra parte, en concentraciones elevadas, las GACOR se adhieren al cuerpo y a las branquias de los animales acuáticos interfiriendo en su respiración (Avelar et al., 2009).

Los GACOR también pueden generar afectaciones sustanciales en el suelo y el aire con repercusiones importantes para la salud de los seres humanos. En el caso de la acumulación de GACOR en el suelo, si se dispone del aceite usado de cocina directamente en tiraderos de basura, contribuye a la generación y permeabilidad de los lixiviados. La materia orgánica presente en los residuos sólidos urbanos (RSU) se degrada formando un líquido contaminante de color negro y de olor muy penetrante, denominado lixiviado (Muerza Fernández, 2006). Este líquido, arrastra todo tipo de sustancias nocivas (hasta 200 compuestos diferentes), algunos de ellos tóxicos y hasta cancerígenos (Muerza Fernández, 2006). La humedad de los residuos y la lluvia son dos factores principales que aceleran la generación de lixiviados (Muerza Fernández, 2006). Si no se controlan adecuadamente, los lixiviados pueden contaminar los suelos y las aguas superficiales y subterráneas (acuíferos). Como se trata de un proceso contaminante que se produce de manera lenta, sus efectos no suelen percibirse hasta varios años después (Muerza Fernández, 2006).

Las afectaciones en el aire están asociadas al uso de los GACOR como combustibles en hornos y calderas. La combustión de las GACOR a baja temperatura así como en procesos de incineración incompletos, genera dioxinas que van directamente a la atmósfera (REOIL, 2009). Entre los posibles efectos de la dioxinas están, además de su efecto carcinógeno, afectaciones en la reproducción, teratogenicidad y alteración del sistema endocrino (REOIL, 2009). A la fecha, el único efecto persistente asociado con la exposición a dioxinas en el aire en los seres humanos es el cloracné. Los grupos más sensibles a estas sustancias químicas son los fetos y los neonatos (REOIL, 2009).

Recomendaciones para el manejo y disposición final responsable de las GACOR en el hogar.


Después de reflexionar sobre las innumerables ocasiones que hemos desechado irresponsablemente el aceite y/o grasas comestibles usados en casa o en el nogocio, la pregunta es ¿qué es lo que se debe hacer para el manejo y destino final más adecuado para las GACOR?. A escala individual, cada ciudadano puede coadyuvar de forma importante en la reducción de la contaminación hídrica por GACOR, mediante la adopción de acciones simples en sus hogares, así como en establecimientos de venta de comida .

o No arrojar grasa y/o aceite en los drenajes; recójerla para eliminarla adecuadamente o reciclarla.


o  Recolectar la grasa que queda en ollas, sartenes y platos, almacenarlos en recipientes de vidrio o plástico con tapa, debidamente etiquetados, para su posterior venta a empresas recolectoras de aceites residuales tales como Reoil (www.reoil.net), BioNavi CO (www.bionavi.com.mx), Sonne Energéticos (www.gruposonne.com.mx) y Ecoen (www.ecoen.com.mx), o alguna otra empresa de su ciudad o estado.

o Usar materiales absorbentes como toallas de papel, aserrín u otros para recoger aceite o grasa derramados en el piso, estufas, muebles de cocina.


o  Antes de lavar ollas, sartenes, vajillas y equipos de cocina, limpiárlos con un papel seco para retirar la mayor parte de las GACOR.

o  Colocar mallas o rejillas en el fregadero para impedir la entrada de restos de comida y trozos grandes de grasa en la tuberia del drenaje de las tarjas o fregaderos.


o  Concientizar a otras personas, informándoles de las consecuencias de este tipo de contaminación para su salud y el ambiente, y exhortándolas a que realicen prácticas de manejo para el destino final responsable de las GACOR.



Adoptar estas medidas y convertirlas en hábitos es actuar responsablemente en favor de nuestros ecosistemas, la biodiversidad y nuestra propia calidad de vida.


Referencias bibliográficas

·  Arce, V.A.L. (2001). Serie autodidactica de medición de la calidad del agua; muestreo y preservación de grasas y aceites, determinación  en campo de pH, temperatura y materia flotante. Subdirección General de Administración del Agua de la CNA y la Coordinación de Tecnología Hidráulica del IMTA. México, D.F. Pp 23.
·    Arriaga C. L., Aguilar S.V., Alcocer D. J. (2000). Aguas continentales y diversidad biológica de México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad. México, D.F. Pp. 323.
·    Avelar, G. F. J., González F. J, Tena, F. F., Ramírez, M. E. (2009) Toxicología ambiental. Contaminación del agua. El ciclo del agua. (93-96) Recuperado de: ProQuest Ebrary Web.
·    González, C.I. González, U. J.A. (2015). Aceites usados de cocina. Problemática ambiental, incidencias en redes de saneamiento y coste el tratamiento en depuradoras. Enhttp://consorciodeaguas.com/Web/OficinaPrensa/noticias_detalle.aspx?id=318
·    John W. Hill, Doris K. (1998). Fats and other Lipids (8 ed.). Chemistry for Changing Times. (395-396) Upper Saddle River, New Jersey: Patience Hall.
·    Middleton, B. (1999). Wetland restoration; flood pulsing and disturbance dynamics. John Wiley & Sons, Inc. United States, Ney York. Pp. 388.
·    Moreno, C. P. (2003). Vida y obra de granos y semillas. La Ciencia para Todos, Fondo de Cultura Económica, México, D.F. Pp. 207.
·    Mosley, M. (2015). ¿Cuáles son los mejores aceites y grasas para cocinar? Recuperado de www.bbc.com/mundo/noticias/2015/07/150728_salud_mejores_aceites_para_cocinar_i
·    Muerza Fernández, A., 2006. Contaminación por lixiviados. Recuperado de:http://www.consumer.es/web/es/medio_ambiente/urbano/2006/10/13/156373.php
·    REOIL, 2009. ¿Qué es el RAUC? Recuperado de: http://www.reoil.net/rauc.html

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